Mentalidad

¿Realmente quieres ser una persona exitosa?

 

 ¿Cuándo podemos afirmar que una persona es exitosa? ¿Lo pueden decir los demás o es cada uno quien sabe si alcanzó el éxito o no? ¿Se llega a alcanzar alguna vez? ¿Ustedes son de los que tratan de alcanzarlo, los que lo minimizan o son indiferentes?

 

Hay mil opiniones sobre este tema y probablemente sea uno de esos en los que no se va a llegar a ningún acuerdo. Por eso hoy sólo les voy a contar mi opinión, lo que yo siento sobre el éxito.

 

 

¿Qué es?

 

Escuché a varias personas minimizar la idea de “éxito” porque lo toman como algo impuesto por la sociedad de hoy. Tener un trabajo muy bien pago, tener dinero, ser famoso o ser un gran empresario. Pero ésa es sólo una idea, y no es la que tengo yo. Para mí, el éxito de alguien se relaciona directamente con su felicidad, no con una fórmula impuesta igual para todo el mundo. ¿Quién dijo que se es exitoso cuando se está tranquilo económicamente? ¿Realmente alguien puede serlo porque tiene fama o porque tiene mucha vida social?

Es por eso que en mi opinión, sólo cada persona sabrá íntimamente si es exitosa o no, porque va a depender de lo que haya querido lograr. Muchos podrán decir que alguien que no tiene una fortuna o un puesto de alto rango en una empresa no lo ha alcanzado. ¿Pero qué pasa si esa persona quería lograr ayudar a todos los que estén a su alcance que estén viviendo en la calle, y logra? Va a sentir que lo alcanzó, y nadie le puede sacar eso (y tampoco mi admiración).

Otros pueden soñar con armar una familia unida, adoptar un hijo, tener un grupo de amigos sólido en el que apoyarse. ¡Y cómo no sentirse exitosos si lo logran! ¡Nada fácil!

También estarán aquellos que busquen tener una vida independiente y sin ataduras en lo laboral y/o en lo personal, y conseguirlo podría ser un logro para ellos pero lo contrario para otros. La escala de valores, las experiencias vividas y muchos otros factores determinarán qué es lo que nos hará sentir a cada uno si triunfó o no, y por esa razón es que no lo puede determinar otro.

Además, la vida no se basa en un único aspecto, por lo que podría llegar a considerarme exitosa en un ámbito pero no en otro. Todos conocemos grandes empresarios, con mucho dinero pero sin afectos genuinos, o mamás que cuidan y adoran a su familia pero que quedaron con un sueño frustrado en lo profesional. Cada uno tendría que evaluar el peso que le da a cada aspecto dentro de su situación personal… o salir a buscar lo que sienta pendiente!

 

 

Animarse a buscarlo

 

Ahora viene lo difícil: sentarse a pensar qué es lo que realmente nos dará felicidad y nos hará sentir que, si lo alcanzamos, será nuestra gran conquista. A veces creemos que queremos algo, pero cuidado porque puede ser algo impuesto. ¿De verdad mi meta es subir a puestos de mayor rango dentro una empresa? ¿O siento que lo que me haría feliz sería un trabajo que me brinde independencia para estar más tiempo en mi casa? ¿Podría encontrar algo intermedio que me brinde lo mejor de los dos mundos?

Por otro lado, la felicidad tampoco está en nuestro ombligo. Si bien también suena un poco “egoísta”, la satisfacción plena que se siente cuando tenemos la oportunidad de hacer algo por otros puede ser mayor que la de un logro personal. Qué bueno es poder agregar el ayudar a otras personas dentro de las metas de nuestro propio éxito. Quizás no cambiemos miles de vidas, pero si cada uno de nosotros pudiera ayudar al menos a alguien, sería un impacto grande, no?

Eso sí, no se engañen a ustedes mismos. No dejen que la comodidad les gane. Están conformes con su situación y sus deseos actuales o simplemente son más fáciles de mantener y alcanzar? Vayan hasta el fondo de su alma y sincérense con ustedes mismos, nadie los va a estar escuchando…

¿Antes dije que lo más difícil era sentarse a pensar qué es lo que realmente nos hará sentir exitosos? Ah, no. Me equivoqué. Lo más difícil es tomar la decisión de querer lograrlo.

¿Qué tal si nos damos cuenta que lo que queremos alcanzar implica un cambio total en lo profesional? ¿Cambiar lo que hacemos, estudiar otra carrera o empezar una, dejar nuestro trabajo? ¿U otro gran cambio en otro aspecto? ¿Estamos dispuestos a ir tras ello?

Una amiga con la que no conversaba hace mucho tiempo (nos separan muchos miles de kilómetros) me contó que luego de más de 15 años de experiencia trabajando en consultoría y con un título universitario en tecnología, había decidido cambiar de rumbo y estudiar psicología, lo que además le daría más tiempo para estar con su familia. No sólo lo decidió sino que ya le falta poco para recibirse. ¡Eso sí es animarse a ir tras tu éxito!

De todas formas, tampoco es necesario que ocurra un cambio radical o un enorme evento para sentirnos “victoriosos”. Quizás descubran que existe una actividad que aman hacer y que, aunque no se dediquen a eso todo el día, podría convertirse en un hobbie que hagan habitualmente. ¿Tejer? ¿Cocinar? ¿Andar en moto?

 

 

No es fijo

 

Hay otro tema que también sería bueno tener en claro y es que no existe una única definición de éxito, ni siquiera para nosotros mismos. A medida que pasa el tiempo, logramos metas y pasamos por ciertas experiencias, nuestra visión de “triunfo” va a ir cambiando. En mi caso, lo que quería alcanzar cuando estaba en mis 20 no es lo mismo que lo que quiero ahora.

Ese cambio puede darse habiendo alcanzado las metas que nos habíamos puesto o no. A muchos les pasa que una vez que consiguieron lo que querían, se dan cuenta que no les da la felicidad que buscaban. Recuerdo el caso de alguien que soñaba con vivir en una gran ciudad, con mucho movimiento, y al lograrlo se dio cuenta que el stress que sentían todos los que lo rodeaban no era lo que esperaba experimentar.

También me acuerdo de un caso contrario: una persona que ansiaba vivir en un lugar aislado, tranquilo, pero que luego al lograr vivir allí no pudo manejar la soledad que sentía estando sola por largos períodos de tiempo.

 

Para finalizar, también hay un concepto que quería compartir y que no sé si ustedes los verán de la misma manera: no asocio el éxito a un lugar que está siempre en el futuro, cuando logre alcanzar cierta meta. Yo hoy me siento exitosa, principalmente por la familia y los amigos que me rodean, y porque tengo la posibilidad de sentarme a pensar qué me hace feliz y de salir a buscarlo.

 

¿Comparten mi idea respecto al éxito o la de ustedes es diferente? ¡Me encantaría conocerla!

 


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Photo by Nina Uhlíková from Pexels

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